martes, 26 de enero de 2016

La contemporánea romántica a veces me hace reír o los clichés en los que puede caer

Me gustaría empezar la entrada afirmando que a veces me gusta leer sobre gente de mi edad, o lo que es lo mismo, personas que estén en la universidad. Y esto me lleva al último libro que leí del género “New Adult” o Romántica contemporánea: Sincerely, Carter.

Esta gran historia de amor entre amigos me hizo llevarme las manos a la cabeza tantas veces que por eso estoy aquí de nuevo, para hablaros de los problemas de este género en general.
Como ya os dije, una de mis novelas favoritas pertenece a esta narrativa (Wait for me de J. Lynn), así que todavía guardo la esperanza de que haya obras maravillosas que me devuelvan la fe en este tipo de historias.
Hasta entonces, he aquí los clichés más evidentes:
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-        -  La protagonista femenina mojigata y el hombre que ha estado con mil mujeres. ¿Por qué una mujer, que seguramente está a favor de la liberación femenina en su vida diaria, sería capaz de escribir sobre personajes así? ¿Por qué? La mujer siempre es virgen y el hombre no piensa en nada más que en sexo durante todo el libro, que casualmente es el mejor que puede existir y a través del que él entiende que la ama. Esto me lleva a preguntarme qué tipo de hombres conoce o le atraen.

Quitando la saga Off- campus de Elle Kennedy, con la que te olvidas de lo ridículo que es esto mientras ocurre sutilmente, está por todas partes. Si no me creéis buscadlo.
-          Explotar traumas. Si hay alguien a quién le encanten los libros de autoras como Coleen Hoover, lo siento, pero a excepción de algunos autores, este tipo de temas pasan demasiado por encima o rozan el masoquismo.

-       -  Todo vale por el amor de los protagonistas. Imaginaos al hombre de metro ochenta, musculoso y viril acercarse a la protagonista, pequeña y femenina y jurarla amor eterno delante de su novio actual, el entierro de su familia etc.

-         -  El amor instantáneo o mejor dicho la atracción sexual. Ambos se confunden con frecuencia y en muy pocos casos están justificados.

-          -  La familia y los amigos son menos importantes que el gran amor.

Solo hablo de algunos libros que he leído y me han dado la sensación de estar leyendo el mismo una y otra vez. Así que si alguna vez se me ocurre escribir este género y ejemplifico en uno de estos problemas, por favor, decídmelo. A todo escritor le encanta leer y cómo lector es su peor crítico.


Un saludo. 

miércoles, 6 de enero de 2016

Un año más desencriptando el lenguaje oculto de mis libros o un traductor nunca deja de serlo

¡Espero que estos reyes hayan venido cargados de regalos y buenos propósitos para el 2016! En mi caso, no puedo quejarme, sobre todo en lo que se refiere a libros y como llevo mucho sin traducir, al abrir uno de ellos y leer un par de frases (de un libro que ya me había leído en inglés un millón de veces) había muchas cosas que me saltaban a la vista. 

En defensa del traductor tengo que decir que como toda la gente de mi profesión, soy puntillosa y es algo bueno, siempre y cuando no afecte a tu vida cotidiana. Algo que es prácticamente imposible que no ocurra, con carteles, mensajes o simplemente hablando con gente (porque el lingüista nunca deja de serlo).
Volviendo al tema de la traducción, después de leer un poco más de ese libro, he vuelto a pensar en la traducción de los libros young adult (joven adulto en español o a partir de 12 años como dicen algunos) y la forma en la que mezcla un registro infantil con un léxico incoherente teniendo en cuenta lo difícil que resulta de entender, porque pretenden que sean preadolescentes los que los compren. 
Y luego está la traducción de "fuck" o “gosh” en inglés, que en español puede traducirse por términos fuera de contexto para ciertos personajes como "hostia". Siento tener que poner este ejemplo pero, ¿de verdad hacía falta? 

Entiendo la dificultad de traducir una novela para un rango de edad que no es el tuyo y que la traducción en sí es el trasvase de una cultura a otra, a pesar de esto se puede hacer un gran trabajo como lo hizo Enrique Mercado con la traducción al español de La reina roja. 
¿Qué pensáis sobre el tema? ¿Me estoy excediendo o créeis lo mismo que yo? 

Pasad un gran día. 


Un saludo.